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WEB ROCA DEL CONSEJO, ACAMPADA VIEJOS LOBOS 289 MAINAKE, VÉLEZ MÁLAGA
Antonio Alaminos - Castor Precavido  15/08/2008  17:44:01

WEB ROCA DEL CONSEJO, ACAMPADA VIEJOS LOBOS 289 MAINAKE, VÉLEZ MÁLAGA

Fuente: Blog de la Roca del Consejo, Julio 2008.

Una nueva acampada de los Viejos Lobos del Grupo Scout Mainake 289.

Por segundo año consecutivo, volvemos a encontrarnos scouts que formamos parte de la historia del Mainake. Un segundo campamento donde pretendíamos ser más ambiciosos. Si el primer campamento surgió como recuerdo de una acampada de años atrás, en este segundo queríamos ir más allá.

Queríamos cimentar un punto de encuentro, un lugar donde volver a encontrarnos scouts del Mainake, desde 1972, año de la creación del grupo, hasta el presente.
Por otro lado, pensábamos en un campamento familiar. No de pequeño, ni de jóvenes, ni de adultos. Un campamento proyectado y pensado para la familia.

Por ello y, con este doble objetivo: llegar a todos los scouts y crear un campamento familiar, nos pusimos en marcha a mediados de noviembre. Con mucha ilusión, muchas ganas, ya que el reto era ambicioso; complejo, pero con unos resultados que podrían ser maravilloso.

¿Cómo llegar a tantas personas? Desde 1972 hasta el 2008 son muchos años, son muchas personas. Pensamos que una página web podría ser nuestro local virtual. Un lugar de fácil acceso, de puertas abiertas las 24 horas. Un lugar fácil de transmitir, que podría funcionar bien junto con el boca a boca.

Y así creamos la página web: www.ilimitados.org/viejolobo y un correo electrónico donde podríamos responder a cuantas dudas fueran surgiendo: viejolobovelez [arroba] gmail.com. Una página web con varias secciones: noticias del campamento, un foro donde intercambiar ideas, una sección donde inscribirse en el campamento, una sección de fotos históricas del grupo y una de vídeos.

En Diciembre ya estábamos inscritos unas 80 personas. ¡Esto marchaba!.

El lugar de acampada fue un tema que nos ocupó varias semanas. Queríamos algo cerca y que permitiera instalar a un gran número personas. Tampoco sabíamos bien cuántos se iban a inscribir, pero pensábamos que podrían ser muchos. Tened en cuenta que nuestra intención era llegar al máximo número de scouts posibles. Nos decantamos por el Alcázar de Alcaucín, donde tuvimos todas las facilidades por parte de su Ayuntamiento.

Para el tema de fechas, teníamos que tener en cuenta muchos aspectos: fin del curso escolar, exámenes finales de Instituto, Selectividad, exámenes universitarios, exámenes de Oposiciones, alguna que otra jubilación,… En definitiva, ¡qué emocionante! Creo que a los que estábamos organizando el campamento nos estimulaba la diversidad de posibilidades, de matices, de circunstancias, etc.. Imaginaos lo que supuso diseñar el programa de actividades. Fue una hermosa locura.

Nos decantamos por el último fin de semana de Junio: 27, 28 y 29 de Junio.

Ya estamos en el campamento. Sobre las tres de la tarde empiezan a aparecer las primeras familias y comenzamos a montar tiendas.

Un total de 137 acampados; 47 familias y una diversidad de edades, desde los seis meses hasta los 72 años. Las edades se distribuyeron de la siguiente forma: de 1 a 10 años (33%), de 11 a 30 (13%) y de más de 31 años (54%).

Agrupamos las familias por patrullas y que en cada una de ellas hubiera de 18 a 22 personas aproximadamente, cuidando que hubiera diversidad de edades. Resultaron los Antílopes, Buitres, Canguros, Ciervos, Mapaches, Murciélagos y Patos.

El viernes sobre las siete de la tarde y con todas las tiendas montadas, comenzamos la programación del campamento. En un primer acto comunitario distribuimos a las familias por patrullas y con un primer juego se comenzó la aventura del Campamento: La Olimpiada de los Viejos Lobos.

Cada patrulla representaba a un pueblo de la Antigua Grecia. Para ello y durante un tiempo tuvimos que preparar nuestra indumentaria y el estandarte que nos representaría. Sobre las nueve de la noche estábamos en el desfile inaugural: Argos, Mecenas, Tebas, Atenas, Olimpia, Corinto y Esparta se presentaban ante Zeus para poder competir en los Juegos Olímpicos.

Después de la cena recreamos el fuego olímpico mediante el juego de la pócima y el druida. Cada pueblo vertió parte de una pócima y, con la unión de las pócimas de los pueblos representados, se creó la llama olímpica.

A las doce y media de la noche, el silencio se adueñó del campamento, menos de una zona (el “Pub la Cabra”), donde los mayores, esos “jóvenes” de más de treinta años, se empezaron a contar batallitas “de cuando estábamos en los scouts”. Qué gozada poder compartir mesa, aventuras del pasado con personas que fueron mis jefes scouts, o hermanos scouts de patrulla o de seisena. Qué ilusión para más de un novio, compañera, marido,… poder escuchar de tantas bocas las aventuras que le habrían contado más de una vez…

Durante el Sábado y el Domingo, un sinfín de actividades; una convivencia idílica padres-hijos con otros hijos con otros padres. Comenzamos conociendo nuestro entorno mediante un taller de la naturaleza. Expertos entre nosotros que nos hicieron ver y conocer las plantas de la zona y crear un herbario. Acto seguido, comenzamos las pruebas estrictamente olímpicas. Todos, junto a su pueblo griego, compitiendo por hacerse con alguna prueba de las Olimpiadas: lanzamiento de aviones de papel (prueba con la que comenzaba cada pueblo haciéndose su propio avión para después intentar que el suyo fuera el que más lejos llegara); carrera con ojos tapados, orientados por las voces de tu pueblo para llegar a encontrar tu estandarte, cuidando de que las voces de los otros pueblos no te confundieran; “Akela dice”(todos teníamos que ir haciendo todo cuanto se dijera siempre y cuando la orden comenzara con la frase “Akela dice”); “Al pié de la letra” (canciones desde los sesenta hasta los tiempos actuales, que deberíamos seguir cantando en el punto de corte de la canción); “Bolos humanos acuáticos” (desde lanzaderas plastificadas con buena cantidad de agua deberíamos resbalarnos y tirar la mayor cantidad de bolos). Lo de los bolos fue lo de menos, comparado con el refrescón que nos dimos. Un acto comunitario al atardecer marcaba el inicio de la noche. Nos quedaba por delante el “Juicio del zorro”. Unos valientes denuncian al que creen que es el zorro. Juego muy típico en nuestro grupo en el que durante todo el campamento, una persona tiene libertad para ir quitando cosas o haciendo trastadas, dejando la marca del Zorro, la “Z”. Todos tenemos que estar al acecho para ver si “pillamos al zorro”. Pues bien, unos valientes denuncian al que creen el zorro. ¿El juicio?, después de presentar las pruebas periciales oportunas y diversos testigos, los jueces no aceptaron las pruebas presentadas quedando libre el acusado y “castigando” a los denunciantes. A la mañana siguiente, sobre las 10 de la mañana, deberían de salvar una serie de lanzamientos de agua. En definitiva, carcajadas a doquier.

Después, la Velada del Campamento, con la representación de sketchs que han pasado a la historia del grupo, la participación voluntaria de alguna que otra patrulla y la actuación del mago Fransmon, que nos deleitó de sus trucos de magia, trucos que vimos por primera vez hace diez o quince años.

El domingo concluimos las últimas pruebas olímpicas: el lanzamiento de jabalina de espaldas, la torre humana más alta y el lanzamiento del sombrero con la cabeza, de aquí a las pozas donde refrescarnos del final olímpico.

Llegábamos al final. El campamento ha concluido.

Todas la patrullas, todos los pueblos griegos. En el acto de clausura del campamento se daba a conocer el campeón olímpico de la Olimpiada Viejo Lobo 2008.
Sorprendentemente, todos han quedado empatados a puntos. Todos son merecedores de las medallas. A todos los menores de 18 años y mayores de 50, se les fueron imponiendo sus medallas, haciéndoles entrega un pueblo a otro, como gesto de hermanamiento entre pueblos.

Se entregaron diplomas del campamento a todos los asistentes, así como la famosa cinta de recuerdo del campamento. Y dibujando una gran sonrisa, todos los asistentes cantamos la canción de despedida, con el deseo de volvernos a ver. Antes de finalizar, la coordinadora del campamento le entregó la pañoleta marrón, símbolo de coordinación de campamento, al próximo responsable del Campamento Viejo Lobo 2009.

Allí te quiero ver. Allí nos veremos. Hasta la próxima ronda solar, viejos lobos.

Familia Herrera Conde

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